lunes, 26 de diciembre de 2011

Lucia

Lucia.

Que complicada que es la mente humana, no?

Yo, hombre, y como tal le doy al 80% de las mujeres pero ella si bien no es fea, ni gorda, ni nada, no me atrae; simplemente no me atrae. La pregunta es porque? Hagamos un breve repaso de las mujeres que “me marcaron” y de su legado:

De Roció (la primera y verdadera) era descubrir un mundo nuevo, salir del cascaron, la veía tipo mi maestra: me enseñaba y eso me marco hasta el día de hoy, por eso sigue siendo especial, aunque ya no tenga relación.

De Natalia, aprendí algo del “noviazgo” por así decirlo, fueron más malas que buenas.

De Florencia aprendí que las mujeres van y vienen.

De Roció 2 aprendí… mmm, que soy un pelotudo.

Y de Lucia no veo nada, no veo que pueda aprender. Simplemente creo que es solo sexo y hasta ahí nomas porque tampoco me motiva mucho.

Creo estar en mis momentos de indiferencia a las mujeres en donde todas me chupan un huevo. En breves alguna me va sacar de este estado, aunque espero que no.

Seguro vamos a tener una segunda parte de Lucia, seguro.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Un regalo especial para Navidad

Si pudiera elegir un regalo hoy, sin dudas elegiría un domingo con mi abuelo jorge:


Elegiría una de los tantos domingos con el viejo flores. Me despertaría, desayunaría un jugo de naranja recién exprimido, iría a saludar al Pulver, volvería a la cocina y leería la parte de deportes del diario. Almorzaríamos fideos con tuco mirando el TC y veríamos un pedacito del garaje. Ya saliendo para la cancha pero sin Fer, Dari y Papá. Nada de auto, hoy vamos en el 20, así aprovechamos para charlar en el viaje, nos bajamos en caminito y ya empezamos a respirar el aire de la pasión, el azul y amarrillo inunda nuestros ojos. Llegamos a Bransen y Aristobulo del valle. No voy a la platea con el, por más que me duela no voy con el, voy a la popular sur pero antes nos decimos simultáneamente “suerte hoy eh” sellamos la cabala con un pequeño abrazo. Boca gana 2 – 1, sufriendo. Termina el partido, la policía libera la platea, pero a la tribuna la deja 40 minutos adentro de la cancha, hasta que el visitante se vaya. Los 40 minutos son interminables pero llega el momento de la salida, apretujado salgo de la tribuna y levanto la cabeza, como las suricatas, y ahí lo veo, parado al lado de la parrilla de quique. Nos saludamos y comentamos del partido, ya una vez que cruzamos las vías y se puede caminar mejor, el viejo apoya su brazo izquierdo en mi hombro izquierdo, fue el momento que espere todo el día, ese gesto de fraternidad, donde los dos somos uno solo, donde su sangre se sincroniza con mi sangre y me transmite su cariño y enseñanzas. Seguimos caminando hacia el borda, a tomar el 45 o el 79, seguimos charlando bobadas, nos bajamos en la municipalidad de Lanús y caminamos para casa, llegamos a eso de las 8 de la noche, comemos algo y vemos el resumen del partido. Pedimos una pizza para cenar, ya casi llegamos al fin del día que me regalaron, terminamos de ver futbol de primera. Ahí cuando ya quedan minutos para que se me vaya, le digo lo que fue, es y será para mí. Que no me alcanzan las palabras para describir tal amor, porque cada día que pasa me doy cuenta lo que hizo por mí, educándome con los hechos y no con las palabras.


Lo abrazo fuerte y le digo que dentro de muchísimos años nos volveremos a reunir todo juntos a celebrar otro tradicional domingo de futbol.


A mí querido amigo incondicional:

Jorge Nestor Flores

domingo, 4 de diciembre de 2011

Boca Campeon Apertura 2011

Boca campeón 2011,

Cortamos la sequia después de tres años angustiantes, donde cualquiera hacia la hazaña de ganarnos, hasta que dejo de ser hazaña y paso a ser algo normal.

Terrible lo del flaco, lo de Orion (estoy seguro que el viejo flores lo hubiese bancado), lo de ervitti haciendo un trabajo silencio pero importantísimo y lo del Pochi, jugador de boca si lo hay: potrero y guapeza, magia y gambeta, huevo y huevo.

Algo para la anécdota: NUNCA, digo NUNCA vi a la cancha de boca TAN llena, y mira q voy a la cancha desde pibe.

lunes, 31 de octubre de 2011

People never change

People never change, dice Doctor House.
Yo la recordaba (o la pensaba) como esa vieja amiga de la infancia, con la que siempre jugaba y me divertía, dulce, simpática e inteligente… que loco, después de tantos (15 años aprox) encontrarla por facebook. De aquel recuerdo que tenía de ella no quedo absolutamente nada (le quedo la belleza) le pasaron 15 tsunamis juntos, 3 bombas de Hiroshima, 23 tornados y 7 terremotos.
Le hable un par de veces y nada, 0 onda. Un día me contesto (por fin !!!!), le respondí y nunca más contesto. Ayer como vi que decía que era si cumple, le mande un simple pero simpático “feliz cumple cata!!!”, a todos les respondió o le puso “me gusta”. A mi? Ni la hora...
Hubiera preferido no encontrarla y quedarme con el viejo recuerdo. House se equivoca; las personas a veces si cambian.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Feliz Primavera ???

Quiero irme, quiero escapar de esta ciudad, quiero dejar de mirar por la ventana e imaginar lo que podría hacer con este día hermoso, quiero sur, quiero norte, quiero ruta, quiero sentir el viento en la cara, quiero vivir, quiero sentir que no todo está tabulado, quiero dejar este trabajo del orto, quiero dejar a la masa de gente, quiero tirar el celular a la mierda, quiero dejar de ver personas por monitores, quiero saber, quiero experimentar, quiero dormir una siesta debajo de un arbol, quiero... quiero que esta puta vocecita en mi cabeza se calle de una buena vez, quiero paz mental.

martes, 16 de agosto de 2011

Miedos

Hablemos ahora de los miedos, de mis miedos, un miedo en particular que tiene nombre y apellido: Ingeniería electrónica.


Sí, me di cuenta que le tengo un miedo increíble a esta carrera, Leo me hablaba de Aplicada, me contaba su experiencia, llenas de formulas y desarrollos, cuando yo en estos momentos no sé ni sumar 2+2. En ese momento se me hizo la luz, le huyo completamente, porque no estudio, porque pienso en otras carreras, en otras facultades, pienso en cualquier cosa menos en ingeniería electrónica, porque le tengo terror!. Mi subconsciente me dice: “es muy difícil”, “voy a tardar 10 años como mínimo” busco excusa para dejar…


Con los miedos se pueden hacer tres cosas: 1) los enfrentas y le ganas. 2) los enfrentas y perdes. 3) huis y te queda la mancha de la cobardía para siempre.


Ahora les voy a contar otro miedo, mayor a Ingeniería electrónica. Este miedo se llama “pedir clemencia o suplicar”.


Es difícil describirlo: tengo pánico a encontrarme en una situación donde tenga que entregarme completamente, sin tener opciones, donde deba rogar por algo, como en las películas en las que se pide clemencia por la vida. Le tengo miedo a la situación y le tengo miedo al trastorno que me va quedar en la mente.


A ver, soy una persona que gana o pierde. Si pierdo, lo hago con entereza, quedándome tranquilo que di todo y que no hubo más por hacer. Si hubo una sola cosa que quedo por hacer (dentro de lo racional), va quedar grabado en mí, como que no luche hasta el final, como si fuera un cobarde.


Si bien este miedo se aplica en todos los aspectos de mi vida (sé que algún día irremediablemente lo voy a vivir) está relacionado con el miedo anterior. Si simplemente dejara la carrera, estaría siendo un cobarde, porque hui y no lo enfrente, porque no luche y me entregue sin pelear; y eso en mi cabeza es inadmisible.


Si esta puta carrera me va a ganar, me va a ganar luchando. Suena estúpido hacer algo por más que no te haga feliz, pero más infeliz voy a ser si dejo sin estudiar, sin probar mi capacidad…


"Para el éxito no hay otro método que trabajar, soportar, tener fem ser tenaz, no rendirse y jamás volver la espalda"

Rocio O, 4° parte

En capítulos anteriores había escrito: “es un hecho que esta historia continuara…”

Y en el primer capítulo de esta historia también había dicho algo importante “Emanuel, no seas pelotudo, ya sabemos cómo termina la historia. Seguí por el camino de la indiferencia a las mujeres, nos va mejor.”

Puta que soy vidente, ¿y cómo carajo termino la historia? Como la misma mierda

Todo tiene un límite, y mi paciencia también. Me pudrí de remarla en la arena. Fueron varios mis intentos de invitarla a salir… rechazo, de manera sutil, cada uno de mis intentos. Asique me retiro, aposte y perdí, es la ley del juego y lo acepto.