martes, 16 de agosto de 2011

Rocio O, 4° parte

En capítulos anteriores había escrito: “es un hecho que esta historia continuara…”

Y en el primer capítulo de esta historia también había dicho algo importante “Emanuel, no seas pelotudo, ya sabemos cómo termina la historia. Seguí por el camino de la indiferencia a las mujeres, nos va mejor.”

Puta que soy vidente, ¿y cómo carajo termino la historia? Como la misma mierda

Todo tiene un límite, y mi paciencia también. Me pudrí de remarla en la arena. Fueron varios mis intentos de invitarla a salir… rechazo, de manera sutil, cada uno de mis intentos. Asique me retiro, aposte y perdí, es la ley del juego y lo acepto.

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