Este viaje se remonta al año 1997 cuando mi padre me llevo a pasar unos 10 días a Villa La Angostura, desde aquel entonces quede enamorado, principalmente, de las estrellas que habitaban en su cielo (un cielo que en Bs As es inexistente), de los lagos, las montañas y sus bosques que componen el escenario.
Hoy 13 años después pude volver a ir a ese lugar donde habita aquel cielo tan recordado por mi… nada cambio…esta todo como lo deje cuando tenia 7 años. Con unos cuantos años más en cuerpo, mente y alma pude apreciar otras bellezas. Pisar el suelo virgen, la sensación de la mente liberaba de todas las aflicciones, los pulmones respiraban aire puro, sentí, por momento que volvía a tener 7 años, sentía que volvía a la inocencia…
Seria muy largo y difícil de explicar lo que hicimos y todos las cosas hermosas que vimos, así que para eso hay fotos.
Lo único importante es que fui feliz, igual que a los 7 años.
Imposible escribir el agradecimiento a mi viejo, estos sentimientos quedan en mi, y en aquel abrazo donde te dije “gracias, viejo, de verdad, gracias”.
