viernes, 6 de agosto de 2010

Yo soy solo un hombre contra mi cabeza

Hay que parar a la máquina de picar carne, yo sé que es difícil. Pero hay que pararla porque voy a terminar picado yo…

Viste cuando estás en la cancha, en esos partidos que definen campeonatos, y Boca empata 2 a 2 contra Independiente pero que está a solo un gol de mantener la punta? Bueno esto es así, la presión es tanta que todos los jugadores, de boca en este caso, por la adrenalina van para adelante sin pensar, sin levantar la vista, sin hacer una pausa…van y van pero siempre chocan contra la defensa rival, la máquina de picar carne esta al 100%.

Hay un jugador, le dicen el torero, único por este continente, que es capaz de parar a la máquina de picar carne, así sin más, la para, la deja muerta y piensa, toca para el costado, rota la pelota, está a solo una gambeta de volver a activar la maquina, pero no… oleeee, vuelve a pararse mientras todo es un loquero, nadie sabe qué va hacer y nadie sabe porque carajo no corre frenéticamente como todos los demás, pero de repente el torero toca, sutil, con estilo, es un certero ataque al corazón de la defensa rival, y con una precisión que nadie puede explicar… deja al 9 xeneize frente al arquero y gol. Boca sigue arriba, peleando.

Lo que más admiro de este fenómeno, sacando la metáfora del futbol, es que es capaz de ver mas allá, el piensa cuando todos corren, el no es un esclavo de la maquina… la maquina es esclavo de él.

“Yo soy solo un hombre contra mi cabeza y cargo en mi mente carne de cañón, estoy está cansado de ver pasto amarillo, mis sueños son de verde yerba cara al sol…”

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